“De la moda lo que te acomoda”, dice el dicho por ahí…
Y aunque siempre he sostenido que Social Media no es una moda sino una nueva manera de interactuar que llegó para quedarse, sí creo que hay algunas plataformas que, por su concepto innovador y rápida adopción por algunos líderes de opinión que, por su trabajo u ocupación, las tienen que probar y usar para aprender más e identificar nuevas aplicaciones de negocio y oportunidades de innovación, estas, rápidamente se vuelven una moda entre los seguidores de lo más nuevo e “in” en tecnología, gadgets y comunicación digital.
Personas que por el simple hecho de que tantas plataformas existan y estén disponibles para todos quieren ser «Trend setters» y «usar» cuantas aplicaciones existan para demostrar que «saben» mucho del tema.
Así pasan día y noche contando sus nuevos seguidores en Twitter y amargándose la vida cada vez que su cuenta baja por dos o tres personas.
Presumen que han llegado a los 10mil tweets y cada vez que entran a un lugar postean en FourSquare que han llegado una vez más al mismo lugar al que nos ha dicho que han ido cada día de cada semana de cada mes, poniendo solo en evidencia sus pésimos hábitos de alimentación pues siempre son los «Mayors» del mismo Starbucks.
Y mientras que esto puede tener sus grandes usos comerciales con aplicaciones interesantes de proximity marketing, la realidad es que ni las marcas lo están aprovechando como se debe (vaya aún existen «marketeros» que creen que lanzar una campaña de «Banners» en Internet es innovación), ni la gente lo está usando con sensatez.
En el time line leemos tweets «felices» de quienes vemos cara a cara y sabemos que están todo menos felices.
En FourSquare vemos a «alcades» de los lugares que menos nos importan pero que van dejando una huella de comportamiento y hábitos que cualquiera con 2 dedos de frente puede leer y usar en su provecho.
Vemos las tendencias de quienes «Googlean» sus nombres a diario y activan las alertas del uso de su nombre en la red.
En toda la red nos encontramos marcas que de un día para otro pasan de ni siquiera tener un sitio web a tener una presencia absurda en cada red y plataforma de comunicación con perfiles vacíos que no agregan valor alguno o peor aún, que solo muestran lo mismo que vemos de estas en la televisión.
Visitamos blogs auto congratulatorios que celebran al mismísimo CEO, de ese mismo blog.
Descubrimos celebridades casi instantáneas que por un evento específico consiguieron miles de seguidores, aun cuando no hayan hecho nada significativo en realidad.
Nuevas «herramientas» de medición de influencia nos envían mensajes para avisarnos que por falta de tweets o de posts nuestro índice de influencia y popularidad a bajado dos puntos porcentuales por lo que es indispensable que en ese momento nos conectemos para comenzar a tuitear y tuitear hasta nuestro anterior estatus volver a alcanzar.
En Formspring vemos egos regocijados de gente que pretende sentirse reconocida y famosa respondiendo que carrera estudiaron y cuánto sacaron de calificación.
Y en FaceBook somos testigos de todos estos a la vez, con ejemplos tan absurdos como el empleado que se reporta enfermo en la oficina solo para publicar más tarde las fotos de lo bien que la pasó ese día con sus amigos en la playa.
Y no estoy diciendo que esté mal que usemos estas o cualquier otra plataforma de comunicación. Muy por el contrario, gran parte de mi trabajo está dedicado a la “evangelización” de los medios digitales y sociales; pero, como tal, siento la obligación de sugerir que cuando lleguemos al extremo de sentirnos obligados a hablar y postear tan solo por hacernos presentes, recordemos que de la moda lo que nos acomoda y seamos sensatos respecto a los medios que vamos a utilizar.
Picture credit: Jose Attala
¡Que buena entrada, acertadísima!
Muy buenas recomendaciones y como dices, efectivamente se necesita sentido común en los comentarios y por supuesto una urgente estrategia de Mercadotecnia, para no cometer ese tipo de errores, un saludo y gracias.