Dos lecciones inesperadas…

No cabe duda, a veces las lecciones vienen de quien menos lo esperas.

La semana pasada estuve en Nueva York asistiendo al congreso anual de IAB Mixx y al Summit global del Interactive Advertising Bureau, organización con la que desde hace varios años tengo el honor de colaborar en su capítulo de México.

Privilegiado, pude escuchar en vivo y cara a cara a grandes, grandísimas personalidades del medio, líderes de pensamiento y de acción: Desde Seth Godin hasta Yossi Vardi, Penry Price y Chuck Porter, y muchas más personalidades del medio del marketing digital, quienes de alguna manera u otra, han cambiado el nombre del juego e inspirado a muchos a seguir sus pasos, pero…

¿Quién me iba a decir que las dos más importantes lecciones me las darían Doña Inés y Gourav?

Lección número 1: Hay lugar para todos.

Imaginen la escena… 9 y pico de la noche en el metro de Nueva York , vagones saturados de gente ansiosa por llegar a su casa y que además corre para refugiarse de la lluvia que durante 2 días seguidos no había dado tregua. Entro al vagón… lleno. Yo, el único parado. En la estación siguiente se levantan 3 personas y me muevo hacia el lugar ahora libre, solo para encontrarme con un par de sujetos de mayores dimensiones que yo (cosa difícil, y quienes me conocen no me dejarán mentir) que se expanden en los asientos que, a su lado, se acababan de vaciar, mientras me observan con cara de “a ver…dinos algo”.

En eso una pequeña señora de unos 70 años de edad aproximadamente, me jala del saco y, en un Inglés forzado y acentuado, sonriente me dice “hay lugar para todos”, a la vez que se desliza dejándome ver un lugar junto a ella.
Así, Doña Inés (originaria de Costa Rica y quien lleva viviendo en EUA desde hace 20 años, donde trabaja en intendencia en oficinas corporativas), me recordó que, en efecto, siempre hay lugar para todos y que, siempre que estés dispuesto a ver y escuchar, verás muchos rostros sonrientes abriéndote un lugar a su lado.

Lección número 2: Deja de quejarte y haz lo que tienes que hacer.

Esta es la escena, el cierre de una larga semana fuera de casa. 8:30 pm tomando el taxi rumbo al aeropuerto para tomar ese vuelo que muchos llaman “Red eye” (por como se te ponen los ojos después de una noche de no dormir). Las largas filas para documentar y para pasar los puntos de seguridad y el prospecto de esperar 3 horas en uno de los aeropuertos más conflictivos del mundo, resulta muy poco alentador.
Entonces, Gourav (originario de la India y padre de 4 gemelos, sí dos pares de gemelos), como si escuchara mis pensamientos mientras conducía el taxi, me dice: “no te preocupes por la espera, solo haz lo que tienes que hacer, cumple con eso y después haz algo por ti: relájate.”

¿Por qué será que necesitamos a un perfecto extraño que venga del otro lado del mundo para recordarnos que lo mejor que podemos hacer es dejar de quejarnos, cumplir con nuestra parte, hacer lo que tenemos que hacer y después relajarnos y dejar que la vida siga su curso, sin forzarla ni frustrarnos innecesariamente?

Y así, esta semana, mis maestros, mi ejemplos a seguir, no fueron ni Seth ni Yossi ni Robin ni ninguna otra celebridad o líder de pensamiento.

Esta semana mis mejores maestros fueron Gourav y Doña Inés.

Y tengo que preguntar:

¿De qué personajes singulares han aprendido ustedes?

8 comentarios el “Dos lecciones inesperadas…

  1. Pues de ti Efraín, se aprende siempre que compartes algo tu blog, twitter y desde luego en persona, espero tener oportunidad de saludarte pronto.

    Sealtiel

  2. De todos, siempre se aprende de todos, la idea es ver más allá, aprender y luego aplicar…
    A veces hasta una sonrisa puede cambiar tu día, no dejes que el nervio, estres y miedo te cegen, date un momento para disfrutar esos momentos que nos da la vida!
    Saludos Efrain.

  3. Creo que sucede más seguido de lo que pensamos que nos topamos con personas o situaciones que resultan «lecciones de vida», lo importante es poder identificarlas y aprender de ellas. Creo que muchas veces no vemos ni escuchamos lo que sucedes alrededor de nosotros. Habría que despojarse del egocentrismo de vez en cuando (para muchos eso implica hacer un esfuerzo consciente para el cual no tienen tiempo ni interés).

    Me parece hermoso lo que nos escribiste esta semana. Creo fielmente en que la vida nos manda los maestros que necesitamos, cuando los necesitamos. Lo único que tenemos que hacer es aguzar los sentidos y reflexionar un poco sobre lo que sucede alrededor nuestro.

    • ¿Será como dicen por ahí? «El maestro aparece cuando el alumno está listo».

      De acuerdo contigo, siempre tenemos la oportunidad de aprender algo nuevo, todos los días, de cualquier persona y en cualquier lugar. Es cosa de quitarnos el velo del ego y ver, ver de verdad.

      Gracias por pasar por acá Rebe!

      E.

  4. Diario aprendo de mis alumnos, son mis mejores maestros… y aprendo de mis maestros, que me dejan ser una alumna latosa.

    Tengo un excelente café a mi lado que creí que iba a ser difícil de superar. Tus palabras lo rebasaron. El pobre se enfrió.

    Beso.

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