En la industria en la que he desarrollado mi carrera profesional, el uso de los acrónimos es tan recurrido que resulta casi imposible tener una sola conversación o reunión de trabajo en que palabras como KPI (Key Performance Indicators), CTR (Click Through Rate), KBB (Key Brand Benefit), no sean mencionadas.
El mismo nombre de este blog: DLC, es la abreviación de Desarrollo, Liderazgo y Colaboración; y de lo que hasta hace poco más de un año era, en su título orginal: De Lo Cotidiano… y lo no tanto.
Así que me es muy natural usar un acrónimo más para titular al tema central de esta entrada: JDP.
JDP: Jamás Dejes de Preguntar.
No deja de sorprenderme la cantidad de oportunidades grandes y pequeñas que dejamos pasar o que dejamos de crear por el absurdo miedo a hablar.
Si estamos en una conferencia o en una clase y quien está al frente abre el espacio a preguntas y respuestas, el temor a quedar en ridículo, provoca que muy pocos tomen la iniciativa de aclarar esa duda adicional.
Si queremos invitar a una persona en particular a un evento especial, nos quedamos con las ganas por el miedo a recibir un no.
Permanecemos en el mismo puesto por años y años porque jamás nos atrevimos a preguntar qué más podíamos hacer para agregar más valor, para innovar, para crear.
Nos quedamos atorados en el asiento de en medio de la fila de tres que no se reclina, en el vuelo de 12 horas porque pensamos que molestaríamos a alguien al pedir un cambio.
Pero la realidad es que, más frecuente que no, la gente está mucho más dispuesta a ayudarnos de lo que pensamos. Eso claro, si tan solo sabemos hacer la pregunta correcta de la manera adecuada.
Dicho esto, saber hacer la pregunta correcta tiene su chiste y, desde mi punto de vista, requiere de por lo menos 4 puntos clave:
1) Es clara y específica: no deja a la libre interpretación de la otra persona lo que estamos pidiendo, sino que puntualmente plantea qué es lo que queremos o necesitamos lograr. No preguntamos: “¿Me puede dar un mejor asiento?”, preguntamos “¿Me puede dar el asiento x que está junto al y?” porque ese es el que es mejor para nosotros.
2) Es amable y cordial: preguntar o solicitar algo, nos pone del lado de quien pide, por lo que los delirios de grandeza, las exigencias inmediatas y los reclamos prepotentes, están totalmente fuera de la discusión. La soberbia solo lleva a un destino, y no es precisamente al que quieres llegar con tu pregunta o petición. Una sonrisa auténtica y una actitud amable te pueden llevar mucho más lejos que cualquier posición que creas tener.
No olvides que con el paso del tiempo la gente no recordará lo que le pediste, mucho menos el título que tenías cuando lo hiciste, pero jamás olvidarán como los hiciste sentir.
3) Es gradecida, objetiva y comprensiva: tenemos que entender que a veces lo que pedimos no está totalmente en manos de la persona a quién lo estamos solicitando y que esta, a pesar de tener la mejor intención de ayudarnos, podrá tener o no ciertas limitantes y reglas que seguir. Así que tenemos que ser comprensivos, pero sobre todo agradecidos por el esfuerzo que, por ayudarnos, están haciendo.
4) Es recíproca: “En el pedir está el dar” dicen por ahí, pero esta frase no solo se refiere a ser amables al pedir algo, sino a buscar la oportunidad de hacer algo por la otra persona también. Quid Pro Quo no es solo un burdo trueque en especie o intercambio de favores, eso sería no mejor ni peor que una común transacción. Quid Pro Quo es buscar crear valor para quienes crean valor para nosotros también.
En mi caso, seguir estas sugerencias y atreverme a preguntar me han ayudado en cosas tan variadas y tan simples o complejas como:
– Conseguir upgrades a vuelos en clase ejecutiva.
– Conocer personalmente a algunas de las personas que más admiro como Robin Sharma o John Batelle, y en algunos casos hasta entablar buenas amistades con algunos de ellos como Mitch Joel .
– Desempeñarme profesionalmente en áreas distintas a mi carrera.
– Ayudar a amigos y compañeros de trabajo a lograr sus objetivos y proyectos
Y todo por simplemente atreverme a preguntar.
¿Alguna pregunta?
¡Que buen artículo Efrain! Yo soy de las que todo se cuestiona y muchas veces lo expresa, sí así como los niños.
Aunque a veces suelo desesperar a mis más cercanos amigos, familiares y/o colaboradores, sólo así he logrado el cambio, un cambio que aunque pequeño e impulsado con todo respeto y me hace sentir 100% orgullosa.
Un placer leer tus artículos =).
Muchas gracias Karla! Que increible poder ser alguien que genere cambio! Gracias por padar y compartir en DLC!