Dime con quién andas y te diré…

“Dime con quién andas y te diré quién eres” reza el dicho.
Pero qué hay de: dime con quién andas y te diré que tan feliz eres o qué tan bien estás o qué tan significativo trabajo estás realizando?

Como seres sociales que somos, no podemos pasar nuestra vida solos, ni construir un proyecto por nuestra cuenta nada más. Por lo tanto necesitamos involucrarnos y asociar nuestros esfuerzos con los de otros. Es entonces cuando más cuidado debemos tener poniendo atención en a quiénes y a qué cosas estamos abriendo la puerta de nuestra vida; en qué lugares y con qué personas y organizaciones pasamos más tiempo y qué tan positiva o negativa es su influencia; en otras palabras que tan buenas o no tan buenas personas nos ayudan a ser.

Quizas nuestra inseguridad nos haga creer que decir “soy hij@ de, amig@ de, compañer@ de, vecin@ de, etc” nos da un estatus especial ante los demás, en vez del verdadero lugar que nuestro trabajo y el valor que generamos para otros nos da.

Tal vez el ego nos engañe con la idea de que tener una tarjeta de presentación que diga fundador, presidente, VP, director, CEO, CMO, CFO, COO y la C y las Os que quieran y que nos da acceso a “la suite ejecutiva”, nos hace superiores a los demás, impregnándonos de un falso sentido de orgullo que tan solo disfraza el enorme vacío e insatisfacción que la inseguridad, el miedo, la codicia, la soberbia y la ambición excesiva nos genera.

Y probablemente la sociedad y el estatus quo nos haya vendido la idea de que para avanzar en nuestra carrera tenemos que involucrarnos en algún grupo, cámara, asociación o sociedad tan solo para brillar y ser reconocido como “alguien”, en lugar de para crear oportunidades y construir posibilidades para la industria que ese grupo supone servir.

Pero en realidad, ese camino ¿hasta dónde nos puede llevar, sino es a una espiral sin fin?

Rodearse de la gente correcta, participar con la organización correcta y envolverse de los influenciadores correctos, no es una ciencia de relaciones públicas para destacar como el mejor, el más poderoso o el de mayor fama, sino un sútil arte de encontrar a aquellas personas, grupos y sitios que nos inspiran y que arrancándonos una sonrisa nos hacen sentir que en verdad podemos ser hoy mejores que ayer, elevando nuestro trabajo al siguiente nivel, al de hacerlo no solo para tener una establiidad económica y un estatus social, sino para servir a un propósito más grande que nosotros mismos, para el que no precisamente tenemos que ser alguien de gran poder político, económico o social; pero para el que, desde nuestra trinchera podemos colaborar.

Gente así existe y por fortuna son muchos más de los que pensamos que son. Pero más frecuente que no, no los vemos pues en tanto nosotros estamos pensando quiénes son, ell@s están trabajando haciendo lo que saben hacer mejor

 

(De izquierda a derecha) Ella lidera, junto con otros una organización de jóvenes que busca la seguridad en Ciudad Juárez, el organizó otro grupo de jóvenes que trabajan en pro de la legalidad y un estado de derecho en esa misma ciudad, el, hace más de 15 años, sin ser legislador creo la primera propuesta de ley de espacios libres de humo en protección al no fumador en nuestro país (ley que hoy ha sido adoptada a nivel federal) y ella creo en México uno de los movimiento más exitosos para apoyar a mujeres con cancer. Hoy todos ellos y muchos más trabajan en conjunto, celebrándose, sacando lo mejor de sí y apoyándose entre organizaciones para hacer de este mundo un mejor lugar para vivir.

Y tengo que preguntar: ¿Qué has hecho tu hoy y con quién piensas colaborar?

Deja una respuesta

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s

A %d blogueros les gusta esto: