Un año más ha comenzado y como es costumbre no tengo ni un solo propósito de año nuevo. No por apatía, sino todo lo contrario.
Hace 10 años que dejé de dictarme absurdas listas de propósitos vacíos que más pronto que tarde terminan siendo abandonados. En su lugar comencé a pensar con cuidado sobre cuáles son las áreas en las que más necesito enfocarme para continuar construyendo y viviendo la vida que quiero vivir.
El resultado: definir 5 grandes temas de enfoque para todo el año, a los que desde hace una década les llamo mis #Big5’s.
Y 2018 no es la excepción y mis #BIG5’s para este año son:
1. Estar presente: Estar presente en todo lo que haga, en tiempo y lugar.
Dejar de pensar en lo que fue y lo que puede ser y enfocarme en lo que es.
Dejar de pensar en lo que estaría haciendo en otro lugar o en otro momento y enfocarme en el momento y lugar en el que estoy.
Estar más presente para mi, para mi familia, para mis amigos y mi trabajo.
2. Trabajar con propósito e intención: recuperando una clara visión de mis más grandes «porqués».
Pocas cosas son tan malas como hacer eficientemente aquello que no necesitas hacer.
Tener una clara visión de mis más grandes «porqués», me ayuda a darle a cada día un fuerte sentido de intención, para reconocer aquellas cosas que debo estar dispuesto a hacer para obtener lo quiero, y a entender que todo es parte del mismo viaje para continuar avanzando hacia lo que quiero,
3. Bondad y empatía: Si algo he aprendido en los últimos años es que no importa qué tan exitoso eres, qué tan famoso seas o que tantos recursos tengas; la única forma de vivir bien y en paz con los demás es siendo empático y bondadoso en todo lo que hagas, con quien sea que estés o donde estés.
No se trata de ser un santo ni de querer darle gusto a todos, mucho menos de comportarte como un cariñosito todo el tiempo.
Se trata de respetar a todos y darte a respetar. Se trata de comprender que todos tenemos una lucha que tal vez los demás no conozcan. Se trata de vivir bien sin afectar los intereses de los demás. Se trata de compartir, con bondad, abundancia y prosperidad.
4. Energía rica y positiva: en las cuatro dimensiones de la energía: física, mental, emocional y espiritual:
La energía no se gana, no se obtiene ni se pierde. La energía la generamos, nosotros mismos, todo el tiempo. No solo la cantidad de energía, sino la calidad de esta y de cómo la generamos y utilizamos.
Generar energía rica y positiva con constante ejercicio, mejor nutrición y más meditación y estudio, sin duda será, una de mis áreas de mayor enfoque.
5. Eleva a los demás: Hay dos frases que leí hace mucho y que, por años, se han quedado grabadas en mi mente: «Todo el que paso por aquí trae dicha a este lugar, algunos cuando llegan y otros más cuando se van» y «Siempre busca dejar a la gente con quien estás, mejor de lo que estaban cuando la encontraste».
De nuevo, no se trata de querer darle gusto a todos ni de ser un cariñosito para todos, pero, ¿Se imaginan como serían distintas las cosas si tan solo siempre buscáramos elevar a los demás?