Imagina que durante 30 años ahorras el dinero suficiente para comprarte un Ferrari, un avión o un yate. Piensa todo lo que durante todo ese tiempo investigaste y aprendiste sobre autos, aviones o barcos, imagina que a lo largo de este tiempo te preparaste día tras día para aprender a navegar, volar o conducir y hasta el traje de piloto o capitán que conseguiste para ti.
Imagínate que pasaste 30 años preparándote para realizar tu sueño y el momento ha llegado al fin; entonces corres a comprarlo, lo tienes en tu poder y ahora que es momento de echarlo a volar y ya con el traje de piloto puesto lo dejas estacionado en su hangar. Y así, con el pretexto de mejorar sus alas, sus interiores, su motor o hasta tu traje de piloto, dejas que pasen otros tantos años más.
¿Ridículo? Sí. Y sin embargo eso es justo lo que hacemos todos los días cuando nos la pasamos soñando y planeando, ideando y soñando un poco más.
Creamos planes, los delineamos e incluso detallamos rutas críticas de cada paso que debemos tomar. Precisamos el qué, el cómo, el dónde y el cuándo. Delineamos planes dignos del mejor estratega, y entonces, justo cuando es momento de implementarlos…volvemos a planear.
Disfrazamos nuestro miedo a la acción de “redefinición” y así como dice el dicho: “afinamos nuestro instrumento durante todo el invierno, lo volvemos a afinar en primavera, verano, otoño también, hasta que llega el siguiente invierno y nunca tocamos nuestra canción”.
No importa si se trata de un proyecto en el trabajo, un plan de carrera o un proyecto personal; contínuamente ponemos como pretexto que no es el mejor momento para arrancar y ejecutar nuestro plan. Pensamos que aún tenemos que esperar a que las circunstancias sean más favorecedoras, a que haya más gente interesada, a que las cosas “pinten mejor”.
Y lo cierto es que jamás habrá un momento ideal, este concepto es solo la triste excusa que frecuentemente usamos para esconder nuestro temor.
Porque el mejor momento para comenzar con tus planes es hoy.
Seguro enfrentarás sinsabores y algunos momentos de mucha frustración, habrá incluso etapas en las que deberás reajustar alguna parte de tu plan, pero nada de esto es pretexto para dejarlo de ejecutar.
Si creaste un plan es porque tienes un objetivo al que quieres llegar, porque tienes una meta clara que alcanzar y porque te crees capaz de lograrlo. Demuestra entonces que tienes lo que se necesita para hacerlo y comienza ya a implementar tu plan porque una cosa es muy cierta: Nada sabe mejor que poner tu plan en acción.
Muchísimas gracias Efraín, conocimiento muy valioso el que compartes. Efectivamente implementar los proyectos es algo fascinante que a menudo por miedo nos perdemos de la oportunidad de hacer. Es muy satisfactorio tomar responsabilidad por nuestra vida y cada día con sus retos se vuelve algo muy especial.
Gracias por tu conocimiento.
Wow, vaya has reflejado mi sentir actual, exactamente por eso estoy pasando, quiero hacer muchas cosas, pero siempre digo, -quizas deberia esperar a un mejor momento, quizas debo aprender mas antes de hacerlo.- Excusas como bien lo dices, pero es que he estado un tanto deprimido por no saber cual sera el rumbo de mi vida y es que creo que me he metido en algo que no queria, pero cuando pienso lo que quiero hacer realmente me doy cuenta que es un proyecto que me encantaria realizar, pero que aun me falta mas preparacion, estudiar y aprender a hacer las cosas bien, no soy bueno en eso pero me encantaria serlo.
Saludos y gracias x tu reflexion que de verdad me puso a pensar en lo que debo hacer y que este es el mejor momento para empear.
Gracias a tí Gabo por compartir tu situación aquí.
Nunca es tarde para empezar a hacer algo nuevo, incluso si es algo que nunca hemos hecho. Yo en lo particular, después de 15 de años de dedicarme a Publicidad y Comunicación, este año me arriesgué y tome un nuevo camino en el área de Recursos Humanos, específicamente en la de Entrenamiento y Desarrollo de Talento.
Y aunque hay día que me resulta algo complicado adaptarme a una nueva manera de trabajar, es justo esa «incomodidad» la que nos hace seguir creciendo.
Definitivamente, para mi animarme a tomar riesgos y oportunidades a lo largo de mi carrera, ha sido lo que me ha ayudado a desarrollarme. Y no importa si no estás del todo preparado aún y si todavía tienes mucho que aprender, recuerda que la mejor forma de aprender es haciendo.
Suerte Gabo!