Miércoles de Mekate: 10 errores comunmente cometidos por los publicistas
1- Creer que su trabajo es hacer campañas de publicidad, cuando en realidad es crear nuevas formas de conectar las soluciones que una marca tiene con las personas que en realidad las necesitan.
2- Creer que el cliente (anunciante) nunca tiene la razón ni sabe que hacer y no tomarse el tiempo de escuchar detenidamente lo que su cliente está pidiéndole. Si lo hacen se sorprenderían de lo mucho que en realidad sí saben sus clientes sobre sus productos.
3- Creer que el cliente es solo del equipo de cuentas y nada más. ¿Cuántas veces no han escuchado a una persona de creativo o producción decir “dile a tu cliente…”? El cliente es de la agencia, no solo de una persona, si así lo fuera, créanme que esta no trabajaría de ejecutivo o director de cuenta, sino de dueño talvez.
4- Creer que el único responsable de hacer relaciones públicas para la Agencia es el Director General o, si lo hay, el director de P.R. En una agencia todos son responsables de procurar la imagen de la empresa, desde el CEO hasta la recepcionista y el mesero que elegantemente sirve café y botanas para las juntas. Las oportunidades pueden venir de cualquier persona siempre que esta tenga los ojos bien abiertos y la disposición siempre presente.
5- Creer que la creatividad es solo responsabilidad del equipo creativo. En una agencia de publicidad y comunicación, absolutamente todos deben ser grande creativos independientemente del área funcional en la que se desempeñen.
6- Creer que un director de arte no necesita saber escribir bien y que un copy no tiene que saber de diseño, que un ejecutivo de cuenta no sabe de publicidad y que un planeador estratégico solo hace sesiones de grupo.
7- Creer que los medios digitales son solo para su diversión y no para aprovecharlos como parte de sus campañas de comunicación. ¿Cómo es que se la pasan viendo y subiendo videos a YouTube, platicando en el IM, Googleando información y personas y viendo el estatus de sus amigos en Facebook mientras actualizan el suyo, y no han pensado en involucrar a sus marca con estas plataformas de comunicación-
8- Creer que la misión de las agencias de medios es acumular poder de compra yde negociación para compensarse de las comisiones de los medios, cuando en realidad su misión debería ser ayudar a sus clientes a aprovechar los medios que mejor le ayudarán a contactar directamente a la audiencia más relevante para su marca.
9- Actuar cada vez más como casa de bolsa, dedicando más y más recursos a traer más dinero a sus arcas y cada día menos como lo que son, unas fuentes de creatividad y comunicación.
10- Criticar que el cliente (el anunciante) nunca quiere innovar, pero al momento de presentar sus propuestas siguen hablando del spot de 30” en TV, los anuncios de prensa (con call to action, eso sí), los parabuses y las vallas, y el nunca omitido anuncio de Radio, mientras que
a los medios que realmente pueden ayudarles a innovar los dejan a un lado pensando que “eso es para la agencia de BTL, de Direct o de digital”
¿En serio hoy día las agencias todavía se pueden dar el lujo de auto segmentarse de esa vieja manera, en lugar de actuar como verdaderas empresas de comunicación total?
¿Quieres leer más sobre mercadotecnia, publicidad y comunicación? Visita www.mekate.com
Se solicitan #4: Directores que no quieran dirigir.
Esta entrada va a solicitud de Gerardo González, quien hace unos días me platicó del nuevo reto que enfrenta y que estoy seguro que conquistará. Por cierto que pueden escuchar a Gerardo en su programa de radio por Internet, todos los viernes y domingos por la noche en: www.msnstudio.com.
Se solicitan directores que no quieran dirigir sino que sepan liderar.
Se solicitan directores que no quieran acumular todo el poder del grupo en ellos, sino que comprendan que el verdadero poder reside en delegar y potencializar el talento de los demás.
Se solicitan directores que no quieran que la gente trabaje para ellos sino que ellos deseen ponerse al servicio de su gente.
Se solicitan directores que entiendan que no pueden manejar a las personas como si fueran objetos propiedad de la organización, a eso se le llama manipulación.
Se solicitan directores que por lo tanto estén convencidos de que a la gente no se le maneja, sino que se le lidera.
Se solicitan directores que dejen de, en los libros, reflejar la nómina de la empresa como parte de sus gastos fijos, y que en su lugar comiencen a enlistarla como la inversión en talento que en realidad es.
Se solicitan directores que no quieran dirigir las cosas desde su despacho privado, sino que quieran estar al centro de la acción enseñando con el ejemplo y aprendiendo a la vez de los más.
Se solicitan directores que no quieran decir como hacer lo que hay que hacer, pero que inspiren a la gente a hacerlo.
Se solicitan directores que no exijan a su equipo que le dediquen su vida entera a su empresa, pero que por el contrario dedique la empresa a la vida de su gente.
Se solicitan directores menos preocupados por reportar los números a los accionistas y más enfocados a compartirlos con los miembros de su equipo.
Se solicitan directores que dejen de medir los resultados cada año para ver que tan bien está la organización, y que mejor comiencen a ver que tan bien están sus miembros todos los días, después de todo, ellos serán quienes den eso buenos resultados al final de año.
Se solicitan directores que no quieran retener el conocimiento y la experiencia del equipo solo en ellos por miedo a que los puedan rebasar, sino que por el contrario quieran compartir lo que saben y hasta rodearse de gente que sepa incluso aún más, pues el talento de un líder no radica en saberlo todo, sino en saber sacar de la gente lo mejor, y eso incluye su conocimiento y experiencia también.
Se solicitan directores que no necesariamente tengan un título de Harvard, Standford, ITAM o UP, pero que en casa hayan tenido una educación basada en principios como la honestidad, la caridad y la humildad.
Se solicitan directores que no quieran dirigir, pero que sí quieran liderar.
Se solicita #1: vendedores que no quieran vender
- Se solicitan vendedores que no quieran vender, sino que quieran desarrollar verdaderas oportunidades de negocio. Se solicitan vendedores que no se preocupen por su cuota del mes, sino de ayudar a sus clientes, a sus prospectos y a sus compañeros de trabajo también.
- Se solicitan vendedores que no sean capaces de vender hasta su hermana por unos cuantos miles de pesos más, sino que sean íntegros y honrados en la manera en que conducen su forma de trabajar.
- Se solicitan vendedores que no prometan nada más a cambio de cerrar una venta, sino que al cerrarla sorprendan a sus clientes entregándoles aún más de lo que compraron.
- Se solicitan vendedores que no recuerden los nombres de sus clientes…solo cuando toca hacer la llamada mensual para levantar un pedido más, sino que conozcan a profundidad a sus clientes como si fueran sus amigos o mejor aún su familia; que sepan de ellos su historia, sus necesidades, sus motivaciones y su sueños también.
- Se solicitan vendedores que no levanten más pedidos, sino que entiendan a detalle lo que sus clientes buscan, aún cuando estos no sean tan claros al pedirlo, y que en lugar de pasar la orden de compra, se dediquen a crear de cero una propuesta cabal, detallada y personal para cada proyecto de cada cliente sin importar cuantas veces lo haya hecho ya.
- Se solicitan vendedores que no cumplan con sus tiempos y entregables, sino que vayan mucho más allá, sorprendiendo en cada entrega a sus clientes, brindándoles una experiencia que los dejé diciendo WOW.
- Se solicitan vendedores que no quieran trabajar duro, sino que trabajar duro, honesta y honradamente sea para ellos una manera de vivir.
- Se solicitan vendedores que no tengan “contactos importantes” con apellidos como Slim, Azcárraga o Corrado, sino que aprecien con humildad a todas las personas con las que día a día van a trabajar.
- Se solicitan vendedores que no quieran comisión, sino que planeen sus trabajo con el propósito de ayudar y colaborar y no en función de cuanto van a cobrar.
Se solicitan vendedores que no solo quieran vender y nada más. Si tu cumples con estos requisitos, no vengas a buscar un trabajo más, mejor permanece donde estás, predica con el ejemplo y ponte a trabajar.
Por cierto…también se solicitan mercadólogos y publicistas…¿quieres saber más? Visita mi otro blog
Donde te encuentras y a donde vas
Pregunto:
¿No te sientes a gusto en donde estás? ¿No estás contento con la manera en que las cosas funcionan en tu casa, en la escuela, en el trabajo o con alguna relación? ¿Es solo porque hay algunas cosas, formas o detalles que no te parecen o hay alguna razón de fondo en realidad?
Sugiero: Talvez donde estás hoy, por mucho que te disguste, es justo donde tienes que estar. Quizá estés ahí para prepararte para lo que viene, para aprender y poder dar el siguiente paso.
Preguntarás: “¿Pero como saberlo si ni siquiera se cual debe ser mi siguiente paso? Es más ni idea tengo de a donde quiero llegar”.
Respondo: “No hay nada más inútil, que hacer con eficiencia aquello que no tendrías que estar haciendo” decía Peter Drucker.
Así que propongo: Haz un análisis profundo de quien eres, qué es lo que te mueve en la vida, que actividad te apasiona y mueve tus fibras. Define cual es tu llamado, tu vocación, tu leyenda personal.
Cuando tienes claro cual es tu vocación y sabes bien que es a lo que quieres dedicar tu vida, resulta fácil determinar si la posición en que te encuentras hoy es solo un escalón más en tu desarrollo personal, si estás ahí por las lecciones y experiencias que aún tienes que acumular o incluso si tienes que ayudar a alguien más antes de poder continuar.
O bien si definitivamente te encuentras en un lugar que, lejos de acercarte, abre más y más una brecha entre tu y tú sendero personal.
Y si es así esto es un descubrimiento que no habría que lamentar sino que celebrar y aprovechar pues te has ganado la oportunidad de corregir tu dirección, tomar un profundo respiro y dar un salto de fe hacia tu leyenda personal!
¿Eres el líder de tu grupo o tan solo eres el jefe?
No lo niegues, durante años y años de trabajo has visto como muchos directores de grupo, de área o de empresa solo pueden presumir de ser el jefe y nunca de ser un líder.
Has visto como alardean sobre el poder de facto que tiene sobre sus equipos de trabajo por el título que ostentan y haz criticado profundamente su enorme falta de involucración contigo y tus compañeros de trabajo.
Pero algo es diferente ahora, no puedes exactamente señalar que … ah sí! Ya lo recuerdas. Ahora el jefe eres tú.
Claro, hay muchas personas que (y esto es lo ideal) actúan como líderes siempre, aun cuando no tengan un título formal en la organización en la que laboran. Pero igual que tu en esta ocasión, ellos también tuvieron que elegir qué camino querían tomar, y la decisión no es tan difícil en realidad. Escoger qué camino tomar puede resultar más fácil de lo que pensabas, solo hay que elegir entre la opción A) ser un jefe ó la opción B) ser un líder.
A) Un jéfe, dirige y gira instrucciones, micro maneja los proyectos, da órdenes y pide reportes de desempeño continuos buscando detalladamente toda oportunidad para reprender a su equipo y mostrarle porque ellos no son aptos para el trabajo que él, como jefe, realiza.
B) Un líder desarrolla y comparte una visión cabal con todos sus colaboradores.
Puede ser también que un buen líder, al igual que un jefe no dure mucho en su posición, pero siempre ocupara un lugar importante en la mente y el corazón de su equipo.
Y sí, como dije, la decisión es muy fácil de tomar, casi obvia. Pero una vez tomada, lo realmente difícil es actuar con integridad, congruencia y consistencia con tu decisión de convertirte en un verdadero líder. Cierto que algunos días podrás flaquear, pero lo importante es comenzar cada día con la convicción absoluta de ser un líder y una auténtica vocación por servir a tu equipo y ayudarlo a desarrollar su máximo potencial.
¿Así que hoy que decides ser?
Algunas reglas para enviar e-mails.
El viernes pasado alguien me hizo un comentario un tanto pesado acerca de cómo la gente ya no leía sus mails. Todo porque le pregunté donde debería capturar cierta información que habían solicitado.De alguna manera comprendo el motivo del tono sarcástico de su respuesta pues era viernes, ya muy tarde y todos acabábamos de salir de una interminable sesión de juntas que no mucho sentido habían hecho. Pero también me quedé reflexionando sobre el pésimo uso que hacemos del email hoy en día. Y es que en un mundo como en el que vivimos hoy donde diariamente se envían 80millones de e-mails y mensajes instantáneos en todo el mundo, ¿de verdad esperamos que la gente alcance a leer todo lo que escribimos por mail? Quiero decir, recibimos tantos mensajes (en mi caso, un promedio de 50 a 80 diarios) que resulta casi imposible leerlos todos y a veces hasta priorizar lo que debes leer.
Todo lo queremos hablar vía e-mail y dejamos que un teclado y un monitor sustituyan las palabras, los tonos, las intenciones y las emociones que podemos transmitir cuando nos comunicamos personalmente.
Ok. Entiendo que frecuentemente tenemos tan ocupada nuestra agenda, que lo más práctico es enviar un correo electrónico y ya. Eso no tanto el problema sino que no sabemos hacerlo, porque de verdad lo digo, enviar un e-mail no es solo apretar una seria de teclas formando palabras vacías para solo hacer clic en enviar y quitarnos del pendiente. Es más, si lo piensan, es preocupante que esto se tome tan a la ligera, sobre todo cuando, actualmente, cerca del 90% de la comunicación de las empresas es a través del correo electrónico.
Por eso recapacitando al respecto y después de haber leído diferentes artículos y blogs en la red, llegué a la conclusión de hay, por lo menos, 10 reglas de básicas para enviar mails:
- El más básico de todos. Evita enviar un mail cuando puedes hablar personalmente y cara a cara con la otra persona, especialmente si esta se encuentra sentada en una oficina a menos de 3 metros de la tuya. También puedes utilizar el teléfono en caso de no esté tan cerca de ti en el momento que lo necesitas; tu voz transmite mucho mejor la intención y tono de tu comunicación que las letras plasmadas en un monitor.
- Envía un e-mail solo como recapitulación de los acuerdos hechos previamente cara a cara y nunca para hacer acuerdos por ahí.
- Jamás digas la típica y mediocre respuesta de “pues ya le mandé un mail” dale seguimiento, activa tu comunicación y haz que las cosas sucedan y evita que se queden en “ya mande el mail” como si eso quitara la responsabilidad de las cosas.
- Se amable y cortés en tu comunicación. Sí también por email la gente quiere que le des las gracias y les pidas las cosas por favor.
- Evita los “Responder a todos”. Créelo a nadie le interesa que copies a todos para decirle “Gracias” a la persona a la que le estás respondiendo. No hagas Spam personal.
- No envíes archivos pesados y bloques el servidor de tus contactos, si necesitas enviar algo que ocupe más ancho de banda busca opciones alternativas como un archivo zip, accesar a un FTP o una cuenta de correo electrónico sin limites pequeños de espacio como Gmail.
- Si lo que buscas es una respuesta inmediata, NO uses el e-mail, levanta el teléfono, camina hacia la persona que buscas o en el peor de los casos usa tu mensajero instantáneo.
- No envíes e-mails relacionados con el trabajo durante el fin de semana y esperes que la gente te responda en ese mismo instante. Respeta el tiempo personal de la gente.
- Mantén tus mensajes cortos y concisos. De nuevo, la gente tiene mucho que hacer y leer, así que ¿por qué no hacerles la vida más fácil con mensajes sencillos pero completos de nuestra parte?
- Lee tu mensaje antes de enviarlos, razona lo que estás a punto de mandar y asegúrate de que cumpla con todos tus objetivos. ¿Cuántas veces no has enviado o recibido un segundo mail diciendo: “ups olvidé el attachment” ó “disculpa olvidé copiarte”?
Un pilón: No envíes cadenas. No te preocupes no se te va a caer nada ni vas a ganar 100 años de mala suerte si no reenvías la cadena a 100 personas en los próximos 20 minutos.
Ahora no olvides reenviar este post a 20 de tus amigos en los próximos 20 minutos y verás como más gente conoce De lo Cotidiano…y lo no tanto también.
Nunca dejes de escalar.
Estábamos por iniciar una reunión de trabajo con una empresa que, a pesar de ser local y de inversión 100% independiente, ha sabido amasar un gran éxito durante sus pocos más de 20 años de existencia, compitiendo incluso al tu por tu con empresas líderes globales e inversión extranjera.
Tomando lo anterior en cuenta la junta era muy prometedora, más sin embargo su equipo llegó tarde y distraído, algunos hasta parecían estar ahí por obligación. Todo cambiaría cuando llegase su director, pensaba yo, pero no debió resultarme tan sorprendente ver que este llego aún más tarde que su equipo, interrumpiendo la presentación que mi compañero de trabajo ya había comenzado y abriendo su computadora para comenzar a teclear y teclear como si el teclado se le fuera acabar, solo para detenerse a interrumpir algunas veces más la plática que les íbamos a dar.
Mientras veía como el equipo de esta compañía seguía el mal ejemplo de su, hay que decirlo, exitoso director, me recordé a mi mismo:
Jamás te dejes engañar creyendo que has llegado ya a la cima de la montaña. No vayas a crearte falsas ilusiones pensando que ya has llegado tan alto como podías y hecho todo lo que querías.
Si esta es tu situación actual reacciona rápido y busca una nueva cima que alcanzar.
Y es que pareciera que la gente una vez que llega a lo que podría creer que es su cima, se sienta a gozar de sus logros de más y se olvida de continuar.
Las sutiles voces de su razón y de su corazón se ahogan en el escandaloso ruido del éxito y olvidan callar para poder escuchar, aprender y crecer, solo por dedicarse a alardear.
Y como todo en la naturaleza, cuando una persona deja de crecer, comienza a decaer.
Así que mi pregunta para ustedes hoy es: ¿han alcanzado su cima ya? ¿Cuál es su plan para cuando la logren alcanzar? ¿Qué harán después? ¿Qué nueva montaña piensan escalar?
Atrévete a preguntar
¿En cuantas ocasiones no se han quedado con la duda respecto a algo o con las ganas de obtener algún trato especial, conseguir una bonificación exclusiva o simplemente con las ganas de preguntar y saber por qué algo es de la manera que es?
Mi consejo: no se queden callados y con las ganas de preguntar.
A muchos les parecerá peligroso atreverse a preguntar y correr el riesgo de parecer tontos, ilusos, confiados, inocentes, ignorantes o ridículos.
Muy pocas son las personas hoy que están dispuestas a mostrar su lado vulnerable para poder aprender, crecer o lograr algo; y consecuencia de esto, muchos se quedan tal y como estaban y con las ganas de avanzar.
Miles de malentendidos diarios crecen fuera de proporción precisamente porque alguien no tuvo el valor de ser directo y preguntar a cerca de lo que está sucediendo.
Miles de personas se quedan en la mediocridad por temor a alzar la mano y preguntar si existe alguna oportunidad mejor para ellos, para su vida o para su familia.
Miles de parejas rompen porque nunca tuvieron cara para voltear a ver al otro y preguntar si son felices o que pueden hacer para crecer su felicidad.
Miles de padres pelean con sus hijos porque en lugar de predicarles no se dan espacio para preguntarles si están bien o si necesitan algo más de atención.
Miles de viajeros permanecen atorados en la incomodidad de un pequeño asiento de avión porque no tuvieron la iniciativa de preguntar si acaso había la posibilidad de hacer un cambio a primera clase o cualquier otro asiento mejor.
Miles de estudiantes reprueban una materia porque en clase prefirieron guardar silencio y aparentar saberlo todo en lugar de pedir que el profesor lo repitiera una vez más.
Y miles y miles de personas se quedan con todas las ganas de hacer lo que quieren hacer solo porque no se atrevieron a preguntar si lo podían hacer.
¡Atrévanse a preguntar! No hay pregunta tonta, no hay pregunta sin respuesta (aun cuando la respuesta no sea exactamente la que esperábamos), no hay porque quedarse callado.
Yo he aprendido que el valor de preguntar siempre trae consigo una gran recompensa.
Ok, lo admito, puede ser que no siempre se nos de la respuesta que quisiéramos, pero más frecuente que no, esta sí se da.
Es más, algunas de las cosas que obtenido por tan solo atreverme a preguntar son:
- Mi esposa, cuando le pregunté hace diez años si quería ser mi novia y 4 años más tarde si se quería casar conmigo.
- Mi Auna cantidad menor de pago a la que pedían.
- Ascensos a primera clase sin costo adicional al volar en una línea comercial.
- La oportunidad de ser un co-autor para la nueva versión 2008 del libro The Age of Conversation ’08.
- El acceso a participar como expositor y conferencista en distintos eventos de instituciones educativas.
- Desarrollar negocios con distintos clientes solo por tomarme el tiempo de preguntarles qué es lo que necesitan.
- Establecer grandes relaciones de negocio y especialmente personales, solo por preguntar “¿Cómo estas? o mejor aún ¿Quién eres?
Así que he aquí un par de preguntas para ti: ¿Qué has dejado de preguntar que te ha detenido en el pasado? ¿Qué has querido pedir y hasta ahora no te has atrevido a hacer?
Respóndete a ti mismo esto y no dejes que esta semana termine sin que hayas levantado la mano y te hayas atrevido a preguntar.
PD: ¡No olvides visitar mi post en Mekate.com! Esta semana hablo del Décimo Congreso de Adictos a la publicidad, en el que tuve el honor de participar como conferencista. Visita ya